sábado, 12 de julio de 2008

Aca esta, esta es...nuestra presidenta


Vestida con el delantal blanco de los faenadores, dejandose fotografiar entre reses congeladas Cristina Fernández presidió la inauguración de una planta de JBS Swift . Aseguró que ya puede “dar clases sobre vacas viejas, de conserva y soja”, pero sus clases abrieron una nueva polémica al elogiar a la industria frigorífica. “Sabe conciliar la mesa de los argentinos y producir para ganar mucha rentabilidad en el exterior”. En la interminable guerra gaucha, el campo señaló que ese sector es uno de los responsables del precio final -y caro- de la carne, por encima de los topes que fijó el propio Gobierno.Fue un acto político, de gobierno, con un toque cinematográfico. Ni los integrantes de su comitiva se privaron de bromear con periodistas sobre la remisión de la imágen a “Carne”, un icono de la filmografía de Isabel Sarli.Cristina tuvo una dedicatoria especial para el directorio de la compañía, encabezado por el brasileño Joesley Mendonça Batista. En pleno lock out agropecuario, un alto ejecutivo de Swift Armour fue a la Casa Rosada a firmar un acuerdo que le facilitaba la exportación de la vaca conserva. Contra lo que afirmó la Presidenta, el paso a paso de la cadena funciona así: • La Secretaría de Comercio estableció precios de “referencia” para el ganado en pie, el kilo de media res salida de frigorífico y el kilo de 13 cortes puestos en las góndolas. • Según fuentes del mercado, los productores reciben entre 3,1 y 3,6 pesos por kilo por los novillos y novillitos y no más de 4,2 pesos por el kilo de ternero. Estos valores no se alejan demasiado de los indicados por el Gobierno. • A estos valores se suma un 3% que se llevan los consignatarios.• Los frigoríficos reciben a esos precios, faenan, obtienen el cuero y subproductos, y venden las medias reses a las carnicerías. El valor de la media res depende de qué tanta carne se obtenga del ternero. La mitad del producido de la venta del cuero “subsidia” el precio de la media res, y la otra mitad es la ganancia bruta real que dicen tener. Juran que ese margen es de apenas “monedas”.• Según el entendimiento firmado con Guillermo Moreno, deberían vender a las carnicerías la media res de ternera a 7,86 pesos, y la de novillito, a 6,63. • Pero el precio real que pagan los carniceros es de 8,5 pesos por kilo para la ternera. Es decir que, al precio oficial, los frigoríficos le cargan casi un peso más. Sobre una ganancia de “monedas”, un peso significa multiplicar las utilidades varias veces. Con los precios reales, el margen de ganancias brutas estimado para la industria ronda el 25 por ciento.Ese margen no es estático. Durante los períodos de lock out agrario, los frigoríficos llegaron a pedir 10 pesos por el kilo de media res de ternera, cuando antes del conflicto con el campo la vendían a 7 pesos. En todas esas etapas, en cambio, el precio del ganado en pie no tuvo mayores variaciones. El de las góndolas, por supuesto, se disparó y bajó de acuerdo al pulso del conflicto. Pero, como la media res de los frigoríficos, cuando bajó, no recuperó los niveles previos.
Nota:en medio de tanto conflicto era necesario aparecer de esta manera?

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